La gran noticia debía producirse el domingo 7 de diciembre a las dos de la tarde. La campaña había sido intensa en radio, televisión, redes sociales, vallas publicitarias de las grandes, gigantescas como esa que el Ministerio de Agricultura con su logo bien visible en una esquina colgó de la azotea de su edificio, que es una ancha mole, hasta cubrirlo casi todo:
“Vota por Quito. Tendremos una de las 7 ciudades maravilla”. Sigue leyendo