Consejos domésticos con inducción

En la retaguardia del aparato de propaganda las cosas son más crudas, los mensajes más sinceros y las intenciones, desnudas. Por retaguardia del aparato de propaganda entendemos aquellos productos comunicacionales que no han sido directamente diseñados con fines de persuasión o adoctrinamiento pero, por proceder de los órganos oficiales, no se pueden sustraer a su lógica de funcionamiento. Si los noticieros de Ecuador TV se sitúan a la vanguardia de la propaganda correísta, aquella que no disimula sus fines, en la retaguardia de ese mismo aparato se ubicaría, por ejemplo, Café TV.

Café TV es el programa de variedades para el hogar del canal correísta. En principio no está hecho para convencer de nada a nadie sino para proporcionar a las amas de casa ecuatorianas un momento de sana diversión y provechosos consejos domésticos a esa hora de la mañana en que sus obligaciones como esposa y como madre la confinan a su espacio natural: la cocina. La secuencia de apertura ilustra claramente este juego de roles: en ella se ve a una señora picando aburridamente unas verduras en una cocina provista de todos los electrodomésticos que configuran el sumak kawsay de la clase media; de pronto fija la vista en un reloj de pared, donde otras verduras ocupan el lugar de los números, y su rostro se ilumina con una sonrisa: es la hora de Café TV.

El programa cuenta con la animación de una ex miss Ecuador, un ex galán de telenovelas, un ex reportero de En Corto y otros jóvenes y descomplicados presentadores que despachan con alegría y optimismo frases como esta: “Muchísima gente que no tiene nada es completamente feliz con lo que Dios le da”. Sumak kawsay para el Estado laico con dinero de los contribuyentes.

Como todos los de su especie, Café TV tiene un segmento de cocina, y es aquí donde la retaguardia del aparato de propaganda se muestra pródiga en revelaciones que la vanguardia nunca se permitiría. Los noticieros de Ecuador TV, por ejemplo, jamás nos dirán cuáles son los grupos económicos que están haciendo lucrativos negocios con el correísmo. El segmento de cocina de Café TV, en cambio, es clarísimo al respecto. Aquí las viandas se cuecen con aceite La Favorita, por eso quedan más ricas, y en cocinas y ollas de inducción Indurama, por eso se hacen más rápido. “¿Y cuánto se demora en hacer este platillo?”, pregunta la joven presentadora con una ingenuidad que da ternura. “Normalmente cuarenta minutos pero nosotros nos demoramos veinte porque usamos la cocina y las ollas de inducción de Indurama”, responde el chef, que nunca olvida los créditos para la empresa ecuatoriana más entusiasmada con el cambio de la matriz energética.

Se agradece la sinceridad de Café TV.

Obviamente, no se trata de un programa apto para la facción del correísmo que critica al Chavo del Ocho, sino para aquella otra que da besos a la Chilindrina.

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